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viernes, 25 de diciembre de 2015

Ni bastardo él ni puta ella



En estos días en que se conmemora, erróneamente como ya sabemos, el nacimiento de un hombre cuya vida, mal que bien, quedó recogida en diversos escritos, sería bueno repasar algunos básicos a los cuales lxs dirigentes religiosxs recelan enfrentarse, no precisamente por ir en contra de la realidad, sino porque la realidad, es decir, la verdad que pretenden defender, pone en cuestión los mitos y preceptos que les dan poder sobre millones de personas.
El ser humano no inventó diosxs para temerles ni para protegerlxs, sino para protegerse. En un primer momento, para protegerse de aquellas fuerzas y fenómenos de la naturaleza que, por simple desconocimiento, despertaban su temor. Más tarde, para protegerse del miedo que otros seres humanos le causaban, es decir, para protegerse de la injusticia, de la mentira, del engaño, de la traición. Y finalmente, aquellxs diosxs acabaron adoptando diversos papeles en la vida social. Así, los templos se convirtieron, más allá de meros lugares de culto, en centros administrativos y, por ende, en centros de poder.
Fue en esa época cuando en el país de Palestina, habitado por hebreos dominados por Roma, y por tanto, hasta cierto punto de costumbres helenísticas, nos cuenta el Evangelio del Nacimiento de María (o Evangelio de María) que una pareja, Joaquín y Ana, en su imposibilidad de tener hijxs, decidieron pedir el auxilio del Templo para lograrlo. La respuesta a sus oraciones será una anunciación similar a la que narran los Evangelios canónicos acerca del nacimiento de Jesús.
¿Por qué, entonces, no se alaba en éstos el nacimiento milagroso de María? ¿Por qué la Iglesia católica lleva casi dos milenios relegando a un segundo plano el papel de la mujer? Porque de aceptar su importancia real en la verdadera historia, tendrían que aceptar la verdad de unos textos que revelan que Jesús fue el hijo bastardo de una mujer de origen también bastardo. Todo ello le restaría trascendencia espiritual a la figura de Jesús, quien no podría aparecer ya como Mesías para el pueblo judío. Pero he aquí que la Iglesia católica cae víctima de su propia trampa, puesto que sus dogmas no se basan en la figura de Jesús, ni en la de Cristo, sino en la confluencia de ambas, en Jesucristo, y éste, de haber sido desde el principio la verdadera figura central del catolicismo no habría necesitado tener un papel relevante dentro del judaísmo. Es decir, la propia Iglesia, atrapada dentro de su red de mentiras y engaños, ha terminado forjando tan enrevesada red de mentiras que no puede deshacer una sin verse obligada a destejer toda la maraña.
Sigamos, pues, revisando la historia que se puede leer entre líneas en unos Evangelios de los que ahora reniega la Iglesia pero en los cuales tuvo una fe inquebrantable en una época pasada.
Joaquín y Ana, decíamos, mayores ya para concebir con la facilidad habitual, recurren al Templo que, por aquella época debía de ejercer, entre otras funciones, la de clínica de fertilidad o centro de fecundación inútero (esto es, de un "aquelarre químico de laboratorio", en palabras del obispo de Córdoba). Parece que Joaquín era rico, e incluso puede que él mismo fuera sacerdote:
«Las copias antiguas diferían de la de Jerónimo, pues de una de ellas aprendió Fausto, un nativo de Bretaña, que llegó a ser Obispo de Riez, en Provenza, empeñado en demostrar que Cristo no fue Hijo de Dios hasta después de su bautizo; y que no era de la casa de David y de la tribu de Judá, porque, conforme al Evangelio que citaba, la propia Virgen no era de esta tribu, sino de la tribu de Leví; siendo su padre un sacerdote de nombre Joaquín». ("Los Evangelios y Epístolas Suprimidos del Nuevo Testamento Original de Jesús el Cristo", Arzobispo William Wake)
Antes de continuar quiero hacer notar que, curiosamente, en este punto la única copia que difería era la de Jerónimo a quien, no obstante, se declaró Padre de la Iglesia.
El caso es que de aquella visita al Templo nació María, quien luego sería madre de Jesús, y la cual, por haber sido concebida extramatrimonialmente, si bien por métodos moralmente aceptables en aquella sociedad, no puede eludir una cierta sombra de bastardía.
«1. Hijo nacido de una unión ilícita. 2. Hijo de padres que no podían contraer matrimonio al tiempo de la concepción ni al del nacimiento. 3. Hijo ilegítimo de padre conocido».
O bien, según el 1913 Oxford Unabridged Dictionary:
«Concebido y tenido fuera de matrimonio legítimo; ilegítimo».
Joaquín, obligado quizá por una promesa, o bien como forma de compensar al Templo por su ayuda en la concepción de María, según nos cuentan tanto el Evangelio de María como el Protoevangelio (escrito por "Santiago el Menor, Primo y Hermano del Señor Jesús, Apóstol principal y primer Obispo de los Cristianos de Jerusalén") tan pronto cumplió la pequeña tres años la llevó al Templo:
«Y cuando la niña tuvo tres años, Joaquín dijo: "Invitemos a las hijas de los hebreos, que estén inmaculadas, y que cada una encienda una lámpara, y que estén iluminadas, para que la niña no se vuelva de nuevo, ni se ponga su mente contra el templo del Señor"». (Protoevangelio 7, 3)
No se puede negar la relación entre el Templo y la sexualidad en tiempos muy anteriores a la época de Jesús:
«Sabemos, claro está, por la Biblia, que los sirios en Palestina eran dados a adoraciones sexuales. Había imágenes (fálicas) erigidas y "aseras" (símbolos sexuales) sobre toda colina elevada y bajo cada árbol verde; y estas mismas imágenes y los ritos relacionados con ellas se colaron en el Templo judío y fueron lo bastante populares para mantener su posición allí durante un largo periodo desde el rey Roboam en adelante, no obstante los esfuerzos de Josías y otros reformistas por extirparlos». ("Credos Paganos y Cristianos", Edward Carpenter)
De modo que el propio Templo incentivaba la dedicación de jóvenes de ambos sexos a las relaciones sexuales en su recinto:
«Además había chicas y hombres (hierodouloi) regularmente vinculados durante este periodo al Templo judío como a los Templos paganos, para la prestación de servicios sexuales, los cuales eran reconocidos en muchos casos como parte del ritual. A las mujeres se las persuadía de que era un honor y un privilegio ser fertilizadas por un “hombre santo” (un sacerdote u otro hombre vinculado a los ritos) [….] Se esperaba que las chicas que ocupaban su sitio como hierodouloi en el Templo o en el recinto del Templo se entregasen a adoradores masculinos en el Templo, muy a la manera, probablemente, como Herodoto describe en el templo de la Venus babilonia Mylitta, donde toda mujer nativa, una vez en su vida, se suponía sentarse en el Templo y tener relación con algún extraño». ("Credos Paganos y Cristianos", Edward Carpenter)
Habiendo sido criada en el Templo desde los tres años, no es de extrañar, pues, que María recibiese la educación necesaria para cumplir este trámite. No obstante, la historia se complica cuando el sumo sacerdote Zacarías sucumbe ante la "belleza" de María (que debía de tener unos doce o trece años, como mucho):
«Y los sirvientes fueron y las trajeron al templo del Señor, y el sumo sacerdote les dijo: "Echad a suertes ante mí ahora, quién de vosotras hilará el hilo dorado, quién el azul, quién el escarlata, quién el lino fino, y quién el verdadero púrpura". Entonces el sumo sacerdote conoció a María; que ella era de la tribu de Israel; y la llamó, y el verdadero púrpura le tocó a la parte de ella hilarlo, y ella se fue a su propia casa. Pero desde ese momento Zacarías el sumo sacerdote se quedó mudo, y Samuel fue puesto en su habitación hasta que Zacarías habló de nuevo». (Protoevangelio 9, 3-5)
Ese mismo enmudecimiento ante la belleza de una mujer se comenta en otras historias, así de ficción como reales. Ese es precisamente el argumento de un episodio de una serie de culto de los años ochenta, "Doctor en Alaska" ("Northern Exposure" según su título original). El episodio 2 de la segunda temporada, titulado "El gran beso", nos muestra al locutor de la única emisora de radio del pueblo enmudecido ante la belleza de una chica de paso; y la solución común en estos casos consiste en tener relaciones sexuales con la mujer más bella que encuentre, aunque en la serie, muy suave en estos aspectos, se nos hacer ver que la cuestión se resuelve finalmente con un beso. Zacarías, en cambio, no necesitaba ser diplomático y casi ni discreto a la hora de resolver su mudez.
El resultado de ese encuentro entre Zacarías y María, cuidadosamente omitido, puede intuirse muy fácilmente a partir de las prisas que le entraron al sacerdote por buscar un marido adecuado para la chica:
«Y mirad que el ángel del Señor vino a él, y dijo: "Zacarías, Zacarías, ve y convoca a todos los viudos de entre el pueblo, y que cada uno traiga su vara, y aquel por el cual el Señor muestre una señal será el esposo de María". Y los pregoneros salieron por toda Judea, y la trompeta del Señor sonó, y todo el pueblo corrió a reunirse. José también soltando su hacha, salió a reunirse con ellos; y cuando estuvieron reunidos, fueron al sumo sacerdote; llevando cada hombre su vara. Después de que el sumo sacerdote hubo recibido sus varas, entró al templo a orar; Y cuando hubo terminado su oración, cogió las varas, y fue y las distribuyó, y no hubo ningún milagro que las acompañase. La última vara fue recogida por José, dijo "mirad" una paloma provino de la vara, y voló hacia la cabeza de José. Y el sumo sacerdote dijo: "José, tú eres la persona elegida para tomar a la Virgen del Señor, para mantenerla para Él"; Pero José rehusó, diciendo: "Soy un hombre anciano, y tengo hijos, pero ella es joven, y temo que pueda aparecer ridículo ante Israel". Entonces el sumo sacerdote replicó: "José, teme al Señor tu Dios, y recuerda cómo trató Dios a Datán, Cora y Abirán, cómo la tierra se abrió y les tragó, a causa de su contradicción. Ahora, por tanto, José, teme a Dios para que no ocurran cosas parecidas en tu familia"». (Protoevangelio 8, 6-15)
Como se observa, la gravedad de la situación lleva a Zacarías a verter sobre José y toda su familia una velada amenaza de muerte si, incumpliendo lo que se le pide, no se casa con María. También quiero hacer notar la muy significativa respuesta de José: es anciano y ya ha tenido hijos. Lo primero convertiría la maternidad de María en un halago público a la virilidad de José (aunque éste no supiera del estado de gestación de María, no sería de extrañar que, dada su edad, ya supiera muy bien cómo funcionaban las cosas en el Templo); lo segundo garantizaba al Templo alejar de sí las sospechas del embarazo de María, puesto que su esposo ya había demostrado su virilidad en varias ocasiones.
Se puede alegar aquí que el enmudecimiento de Zacarías fue posterior a la boda de María con José, pero realmente el embarazo de María se puede calcular en unos dos meses anterior a la boda, porque José se despide de ella inmediatamente después del casamiento y tras seis meses la encuentra con una notable preñez. Teniendo en cuenta que en la época no sería raro esperar un mes y medio o dos meses antes de atribuir la falta de regla a la gestación, podríamos acercarnos incluso a los dos meses y medio cuando casan a la niña con el anciano José. Además, su embarazo tampoco se puede atribuir a José, dada la reacción de éste cuando vuelve de su trabajo en la construcción de casas, seis meses después de la boda:
«Entonces golpeándose el rostro, dijo: "¿Con qué cara puedo mirar al Señor mi Dios? O ¿qué diré en relación a esta joven mujer? ¡Pues la recibí Virgen sacada del templo del Señor mi Dios, y no la he conservado así!». (Protoevangelio 10, 2-4)
A quienes finalmente se aferren a la concepción divina, cuestiones de fe aparte, me permito sugerirles la lectura de algunas obras que describen la abundante relación entre los mitos de virginidad de las religiones precristianas, de los cuales el judaísmo, y por tanto, el propio cristianismo, son herederas. De hecho…:
«A los seguidores de Jesús incluso se les acusó a veces – si con razón o no, no lo sé – de celebrar misterios sexuales en sus fiestas del amor». ("Credos Paganos y Cristianos", Edward Carpenter)
De niño fueron las palabras de un catequista las que me presentaron una realidad tal que no tardé más de tres meses en comenzar a cuestionarme la verdad que se nos contaba desde los púlpitos. Más tarde fue un sacerdote rígido en sus formas y no sabría decir si también en sus propósitos quien me confirmó en cerrar mis oídos a sus huecas pláticas. Curiosamente fue durante mi supuestamente revolucionaria adolescencia cuando otro sacerdote, sencillo, franco, muy identificado con la teología de la liberación, me presentó a un Jesús que no tenía casi nada que ver con aquel de las iglesias: al Jesús de la calle, de los pobres, de la fiesta, y hasta del deseo carnal, puesto que se relacionaba con prostitutas (independientemente de si Jesús mismo vivía lo que conocemos como una sexualidad plena o no). Ese contraste entre prédicas basadas en los mismos textos me decidió a no confiar nunca más en cuentos leídos, y me empujó a desear leerlos por mí mismo. La Biblia, el "Kama Sutra" (o "Aforismos del Amor"), el Corán, "Las Mil y Una Noches" y algunos Upanishads forman parte de las verdades que yo mismo me he desvelado. Y ahora están en lista de espera obras como "Mein Kampf " y algunos clásicos.

El mundo se encuentra en una encrucijada. Estos cruces de caminos son puntos que invitan a la reflexión, a repensar de dónde venimos y, no adónde vamos, sino adónde queremos llegar. Pero si nos mentimos a nosotrxs mismxs acerca de nuestro pasado, jamás sabremos elegir el camino al futuro. Por eso he escrito esto (siento haberme alargado tanto, pero necesitaba incluir textos que confirmasen mis duras conclusiones), para pedir a quienes saben, que por favor, dejen de sostener esas mentiras que tanto daño nos están haciendo a todxs, en el fondo, a ellxs también.
Sinelo

martes, 22 de diciembre de 2015

Que arda España, que ya la venderemos nosotrxs



Con el ruido de las elecciones y de su complejo resultado ha pasado como de puntillas una noticia que tiene la máxima gravedad, tanto por sus implicaciones políticas, como por las medioambientales y sociales, pero muy especialmente por sus implicaciones legales. Me refiero, como creo que resultará obvio alx lectorx avispadx, a la brutal ola de incendios que arrasó la cornisa cantábrica de forma muy sospechosamente casual la noche previa a las elecciones generales.
El gobierno de José Luis R. Zapatero pudo cometer errores, pero es forzoso reconocerle los méritos en cuanto a algunas de las normativas aprobadas en sus dos legislaturas. En la primera de ellas cambió la Ley de Montes de 1957, aprobando un texto legal, la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, que entró en vigor el 22 de febrero del año siguiente. Con ella se daba una buena cobertura a la protección de los montes, tanto públicos como privados, y se dotaba un cuerpo de guardas medioambientales con capacidad para detener in situ a quienes fuesen cogidos in fraganti infringiendo las normativas medioambientales. Pese a ello, hemos visto con horror y preocupación cómo año tras año se reproducían incendios forestales que seguían unos patrones más que sospechosos: una elevada concentración de incendios en Galicia, por ejemplo (¿después de miles de años viviendo en ellos, han olvidado lxs gallegxs cómo se cuida el monte?), "inexplicables" incendios nocturnos o en lugares o momentos en que las circunstancias naturales no los explicaban; y eso por no mencionar aquellos que tenían dos o más orígenes simultáneos.
Todos ellos reflejaban intereses subyacentes de lo más diverso, desde el mero descuido, pasando por la venganza personal, hasta los más execrables intereses urbanísticos o especulativos. Sin embargo, aun concentrándose a veces en una misma área y en fechas cercanas, no dejaban de ser sucesos más o menos aislados, más o menos inconexos.
En cambio lo del pasado sábado supera los más descabellados planes que la ficción pueda proyectar en una pantalla: sobrepasa el ámbito de lo local, al afectar a la superficie de cuatro comunidades autónomas, y desafía todo cálculo de probabilidades al coincidir más de 140 (¡ciento cuarenta!) focos en una misma noche, y noche sin tormentas eléctricas además, lo que excluye las causas naturales; y noche del final del otoño, para más inri. Pero siendo tanta coincidencia ya de una enorme gravedad, por la planificación y organización que sugiere haber tras tanto foco incendiario, lo que eleva los niveles de gravedad hasta el máximo grado es el marco normativo y el momento político en que todo esto ha tenido lugar.
El Gobierno del Partido Popular, amparado cobarde y miserablemente en su malhadada mayoría parlamentaria, ha desoído las reclamaciones y reivindicaciones del pueblo, incluidxs sus votantes, en diversos temas de gran calado social. Como no podía ser menos, también en el tema medioambiental. Así, aprobaron una serie de reformas a la Ley de Montes ya existente, con las cuales cortaban de un plumazo los dos brazos a lxs agentes forestales, al convertirlxs en merxs observadorxs sin capacidad de actuación directa, y las cuales convertían en materia de especulación tanto los montes asolados por un incendio como los árboles quemados en el mismo, al permitir su comercialización. Este marco legislativo tan benigno con lxs especuladorxs sin escrúpulos, con esxs mismxs especuladorxs que no tienen ningún reparo en cometer otras tropelías contra la naturaleza, aunque ésta se halle materializada en seres humanos, amenazaba con desaparecer tras las elecciones del 20D, y quienes tenían previsto beneficiarse antes o después de él se precipitaron a poner en acción todos sus incendios provocados planificados para el año entrante antes de la noche electoral. Lo cual, por cierto, no sólo les califica de criminales, sino de imbéciles e ignorantes, puesto que unas elecciones no son un interruptor que cambia súbitamente el marco legal.
De modo que, llegado a este punto, no puedo evitar preguntarme qué motivos ocultos llevaron al PP a aprobar un marco legal tan opuesto a la defensa de la naturaleza, con todas las asociaciones de ecologistas en contra, amén de una parte muy numerosa, y electoralmente muy significativa, de la población. Después de haber visto cómo numerosxs miembrxs del partido en el Gobierno utilizaban las instituciones públicas para su enriquecimiento personal, así como para el mercadeo favorable a sus socixs financierxs, incluyendo entre esas actuaciones el robo de fondos destinados a la ayuda a países desfavorecidos para dotarlos de agua potable con el propósito de alimentar el fondo de bienes inmuebles particulares, ¿a quién podría extrañarle que los sucesos de la noche del 19D fueran el fruto de acuerdos privados de los más altos dirigentes de ese corrupto partido con empresarixs mafiosxs de comportamiento o de filiación? ¿Cuántas coincidencias sospechosas necesita el Fiscal General del Estado, por más que cojee de su mismo pie, para emprender alguna investigación?
Lxs más observadorxs ya habrán notado que he parafraseado al Ministro Montoro, quien en mala hora llegó al Gobierno, presumiendo de su capacidad de mejorar una economía hundida en lo más bajo. Pues hala, venga usted, lenguaraz señor Montoro, a ver si tiene los santos cojones de hacer el milagro de reponer las cinco viviendas que han ardido, con todos sus enseres dentro, con el pasado y quién sabe si el futuro de cinco familias, o tanto animal abrasado por las llamas, o asfixiado por el humo, o tanto árbol y matorral quemado.
En fin, aquí me quedo, solo, clamando quizás en el desierto, a la espera, sentado, de que alguien con corazón y dignidad mueva algún dedo.
Sinelo

viernes, 18 de diciembre de 2015

A ver a quién coño vas a votar



Llevamos ya muchas semanas en que las distintas opciones políticas nos han pedido el voto o nos han sugerido la suya como la formación más adecuada para gobernar en España durante los próximos cuatro años. Nos han llovido indicaciones a favor y en contra de las diferentes coaliciones y partidos, y de entre las últimas me ha llamado la atención especialmente la ausencia de una razón que en mis años pasados solía utilizarse con frecuencia en sentido negativo: votar a una formación pequeña es tirar el voto porque no tiene opciones de gobernar. Dicha razón se ha transformado en el mal llamado "voto útil". Con ello se burlan nuestrxs políticxs, autocalificadxs como "demócratas", de la lógica democrática más básica.
Para empezar, eludiendo extenderme en disertaciones acerca de cómo se traducen opciones como la abstención, el voto nulo o el voto en blanco, quiero recordar a nuestrxs políticxs, y a la ciudadanía en general, que cada voto cuenta (con el actual sistema de reparto), y eso incluye también el voto en blanco, el voto nulo y hasta la abstención. Cada electorx, es decir, cada persona con derecho a voto, se representa a sí misma, esto es, representa una voluntad a la que por defecto se le atribuyen dignidad humana y autonomía para decidir su voto. Un voto cuenta porque contribuye a configurar al detalle todo un panorama de matices, haciendo más fácil o más difícil, por ejemplo, que en las circunscripciones con poca población las fuerzas pequeñas tengan más o menos representación; aunque no puedan gobernar, cada voto suma para que su voz se oiga en el Congreso y en el Senado. Es por esto que quiero alentar a toda persona que dude si acercarse o no a su colegio electoral, a que lo haga, porque, grande o pequeña, toda aportación suma.
No obstante no es esa la consideración más importante a la que me quería referir aquí. No dejo de leer, ver y escuchar lo que cada cual promete hacer por el país si sale elegidx, lo que lxs posibles votantes creen o dejan de creer acerca de lo que éste o aquel partido hará por el país… Tenemos mirada de ratón: no vemos más allá de la habitación en que estamos; o del rincón, rodeadxs de muebles. La voz de alarma que se viene dando desde hace décadas en relación al cambio climático (la cosa empezó por temas como la contaminación, la sobreexplotación de los bosques o la caza de ballenas) debería habernos servido para tomar conciencia de que el planeta no sufre por la política de uno u otro país, sino por la acción conjunta o, mejor dicho, sumada, de todos. La sobreexplotación de los recursos naturales, su inadecuada gestión (de manera especialmente dolorosa en el tema de la alimentación y del acceso al agua potable), la inadecuada gestión de los recursos, la desquiciante planificación en la producción y reparto de energía a lo largo y ancho del globo…
Las sucesivas guerras en diversos territorios, especialmente desde después de la II Guerra Mundial, no ocurren por conflictos locales meramente, sino que son consecuencia de los hechos anteriores y en los cuales la formación siempre ha procurado incidir muy poco, que no son otros que el saqueo de unos países por otros. Incluso la actual situación en Yemen, Siria, Pakistán… no es sino el reflejo de las diversas maneras de explotación y de utilización de los recursos naturales y humanos que algunas grandes potencias primero, y grandes multinacionales después, han venido desarrollando en los diversos países, fragmentando territorios arbitrariamente, promoviendo el enfrentamiento salvaje de facciones rivales, permitiendo el saqueo criminal de individuos sin escrúpulos (y no me refiero sólo a los grandes nombres).
Todas esas políticas, aunque nos suenan a globales, y aun siendo obviamente asuntos que deberían depender de un mando conjunto y coordinado en un ámbito mundial, nacen de todos y cada uno de los gobiernos nacionales. Pero no veo a nadie verdaderamente preocupadx por la política internacional siquiera a corto plazo. Y eso me entristece y me enfurece a la vez. Queremos un planeta distinto, un mundo mejor, pero votamos considerando sólo cómo vamos a vivir en este país durante los próximos cuatro años. En eso no somos mejores que lxs políticxs a quienes tanto criticamos. Estamos tan ciegxs como ellxs.
Sin embargo, tampoco debemos permitir que una élite de individuos de dudosa moralidad, y en el mejor de los casos, con voluntad propia y ajena a la nuestra, decidan qué políticas se hacen en el mundo, de qué hemos de alimentarnos, cómo hemos de vivir… Maldita sea, si realmente somos seres humanos, con dignidad, concernidos real, sincera y profundamente por nuestro futuro y por el bienestar de nuestra descendencia, y por tanto, por el actual equilibrio ecológico del planeta, tenemos la obligación de hacer algo más que acudir cual ratitas amaestradas a seleccionar un papelito e introducirlo en una urna.
De ahí el llamamiento que hacía en el título, y que me gustaría que cada individuo tuviera muy presente en cada pequeño acto de su vida en todo momento. Con todo esto, como veis, no estoy planteando dejar de votar, sino convertir cada decisión en electoral. Así que dime, teniendo en cuenta que nadie se preocupa realmente por el futuro del planeta, ni siquiera tú, dime: a ver a quién coño vas a votar.
Sinelo
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martes, 15 de diciembre de 2015

Friki entre los Frikis



Ese mismo título es el que me dio una amiga, como forma de definirme en una sola frase. Y yo no puedo estar más de acuerdo. Da igual en medio de quiénes me halle, por muy rara o diferente o variopinta que sea la gente que me rodea, yo nunca encajo completamente bien con ninguna persona. Supongo que es el resultado de una vida muy particular, por más que su apariencia presente una gruesa capa de normalidad.
Esa particularidad también tiene reflejo en mi ideología y creencias. No voy a hablar aquí de las segundas. En cuanto a la primera, mi posición política se puede resumir, a día de hoy, en una sencilla expresión: me tenéis hasta los cojones.
Aunque mis padres procuraron educarnos en un cierto alejamiento de toda ideología política, nadie podría haber evitado que los meros conceptos éticos, morales y sociales con los que me crié fueran influyendo en mi mentalidad, también en el aspecto político.
Mi preadolescencia en un colegio privado, aunque enfocado principalmente a los hijxs de autónomxs y de obrerxs especializadxs, coincidió con la votación primero de la Constitución, y luego del Estatuto de Andalucía, con la enorme carga ideológica que rodeó a toda aquella mini-revolución. En aquellos años las opciones políticas iban, como ahora, desde la extrema izquierda, que parecía dar calambre si se tocaba, hasta la aborrecida extrema derecha. De hecho, todo lo que sonaba a derecha recordaba al pueblo la tiranía del señorito andaluz; de modo que la gente, entre la que aún se contaban numerosas personas mayores que habían padecido a esos señoritos y a sus "herederos" franquistas, rechazaba entre el odio al franquista Fraga, a quien se achacaba la firma de varias sentencias de muerte, y el recelo contra el Partido Andalucista. El rechazo de este último al Estatuto de Autonomía de Andalucía supuso a su vez su relego al olvido del PA por parte de lxs votantes andaluces. Por eso me toca mucho los cojones que se nos eche en cara el mantener al PSOE en el gobierno andaluz tantos años. No basta con vivir aquí: hay que tener un largo pasado aquí para entenderlo.
Pero no es por eso por lo que me tenéis hasta los cojones.
A pesar de haberse forjado en mí una mentalidad política en paralelo a mi crecimiento personal, cada vez que hay elecciones procuro ser neutral en mis comentarios políticos en la red, aun cuando no pueda evitar que se noten mis preferencias. Si hemos de dividir las ideologías entre arriba y abajo, aquellas aparecen claras, dada mi lamentable situación socio-económica, por no hablar de los principios humanos que han formado parte de mí desde mi infancia. Si las dividimos entre izquierda y derecha, también aparece nítida mi elección. Reduciendo las ideologías a su concepto básico, la derecha da a quien ya tiene, puesto que, salvo contadas excepciones, tener más que otro asegura al individuo llegar más lejos que aquel otro. Por su parte, la izquierda valora la persona por el mero hecho de ser persona, cubre sus necesidades básicas, y entonces le da para que prospere. Esto se ve claramente en la educación: la derecha exige a lxs estudiantes ser productivxs; la izquierda les pide crecer para, a partir de ahí, empezar a ser individuos productivxs para la sociedad.
Llevo como unas dos semanas presentándoos mi punto de vista de cara las próximas elecciones generales, y no parece que nadie haya prestado mucha atención a mis propuestas, por no decir ninguna. A pesar de que no suena muy honesto recontratar a un tal Bárcenas sabiendo ya que había ocultado en Suiza millones de dudosa procedencia (y con un sueldo mayor que el del Presidente del partido, por no hacer nada, para colmo), de quedar acreditado en autos judiciales que el PP tuvo caja B incluso hasta las más recientes épocas, y otras malolientes canalladas, parece que las masas aborregadas que añoran otros tiempos están dispuestas a escuchar al profeta Marhuenda y optar por esas siglas.
Otro tanto se puede decir del mohoso PSOE, por más que le hayan lavado la cara; no sé si tanto en relación a la corrupción, en la que también tienen sus partes bien forradas, como a su facilidad para torcerse a la derecha cuando gobiernan (lo que me recuerda a un volante para juegos que tuve).
En definitiva, llevo semanas recordando al personal (o intentándolo), que no se fíen de los partidos emergentes tampoco, porque ambos ocultan en las alcantarillas oscuros agentes agitadores, y porque ambos parecen tener en discretos despachos intereses que nos harán pagar muy caro en el caso de que obtengan poder suficiente. En su defecto, os recuerdo, una vez más, que tanto para socialistas descontentxs como para derechistas asqueadxs o para centristas desorientadxs resulta una opción purgante dar el voto a UPyD, cuyos dirigentes, si bien tampoco parecen ideales, al menos demuestran día a día una lucha denodada, real y honesta por la limpieza en las instituciones. Quienes prefieran escorarse más a la derecha harán bien en escuchar las propuestas de VOX, y el resto bien pueden optar por una coalición que, al igual que los dos partidos anteriores, van de cara en cuanto a sus propuestas: UP/IU.
Si decidís continuar ignorando mis advertencias, solicitad al menos la opinión sensata y humanista de Julio Anguita, a quien en mi atolondramiento adolescente llegué a considerar rayano en la locura, pero cuyas opiniones cualquier gobernante consideraría prudente escuchar.
Y no diréis que no os lo he advertido.
Sinelo

Si os preguntáis cuándo os advertí yo acerca del sentido de vuestro voto, podéis leer la entrada "Para ganar, no apuestes a ganador"