VotoHispaBlog

Dame tu voto en HispaBloggers!

domingo, 13 de noviembre de 2016

Con la chorra fuera


Cuando era niño y adolescente oía contar cómo algún que otro anciano de entre los internados en el asilo que hay cerca de casa “se la sacaban” ante las monjas que le cuidaban. A mí por entonces aquello me parecía más que nada una travesura, una gamberrada si se quiere, propia de un viejo que ya va desbarrando, y como me hacía gracia me dio por empezar a decir, medio en serio medio en broma, que de mayor quería ser un viejo verde.
Los tiempos han cambiado tanto que el yo de ahora censuraría muchas opiniones de mi yo de entonces, ya pacifista y pacífico, antirracista y demócrata convencido, pero incomparablemente más machista que hoy día. Con el tiempo y la reflexión, tanto propia como ajena, he aprendido la agresión que implican determinadas actitudes y acciones aparentemente inofensivas, las cuales de hecho lo son en un entorno de igualdad y libertad efectivas, reales. De hecho, creo que eso es lo que impide que muchas personas lo entiendan: no tienen suficientemente en cuenta el contexto social en el que estamos viviendo, por más que esas personas crean que, e incluso por más que parezca que sí.
A raíz de esta noticia en medios de comunicación he oído y leído comentarios que me han hecho reflexionar:
Estamos, como decía, en tiempos de cambios, los cuales no han hecho más que empezar. Incluso personas que luchan abierta y obstinadamente en defensa de la verdadera igualdad desde los puestos que ocupan, no han comprendido su alcance y siguen defendiendo en la vida privada actitudes que, desde un punto de vista filosófico, en el mundo actual, con tantas personas desprotegidas y vulnerables, y tantas otras tan carentes de escrúpulos como para agredirlas, implican un menoscabo de la protección efectiva de aquellas.
Entre esas personas hay mujeres y hombres bien conocidos, personajes públicos, que no voy a señalar porque no pretendo entrar en polémicas ni ser dedo acusador, por más que hacerlo le pudiera dar más difusión a este blog, y más fama a mi cuenta de Twitter.
Los fumadores, que hace apenas dos décadas eran la imagen del poder, la seducción, la confianza en uno mismo, el triunfo, hoy día han terminado siendo casi proscritos, apestados. Se están produciendo una serie de cambios que tenemos la obligación y la necesidad de saber leer, de entender, asumir, asimilar, si no queremos acabar tan socialmente rechazados como aquellos.
Sinelo

No hay comentarios:

Publicar un comentario