Ya la primera vez que vi el
último vídeo electoral del PP tuve una sensación extraña, como de
incomodidad, que permaneció durante unos minutos en mi cabeza.
Entonces pensé que era la habitual reacción ante la propaganda
pepera. Me convencí pronto de que era otra cosa, pero he estado
esperando un tiempo para ver si alguien caía en la cuenta o bien
para ver si mis conclusiones eran incorrectas. Dado que ni lo uno se
ha producido, que yo sepa, ni lo otro se ha confirmado, ahora estoy
seguro del origen de aquella sensación: ese vídeo carece de lógica.
La idea original debió de ser
“no votes a otros sólo porque el PP no te gusta”, lo cual ya es
de por sí negativo para los votantes populares, porque les envía el
mensaje de “vota al PP que es el menos malo” cuando se supone que
deberían convencer al electorado de ser la mejor opción; con ello
su lógica ya chirría un poco. Pero es que además el método que
eligieron para identificar al votante insatisfecho o contestatario
con el votante del PP lo hace todavía más deplorable.
Así, de entrada, establecen
un paralelismo entre “peperos” y “perros” (recordemos: ella
se queda con los gatos porque odia a los perros) que favorece poco a
su electorado. Pero en fin, admitiendo el símil, la lógica de su
“no tengas gatos sólo porque no te gusten los perros”, esto es,
“no votes a un partido sólo porque no te gustan los demás”,
envía un mensaje que no queda lo bastante claro en mi opinión,
porque en vez de “no votes a otros sólo porque el PP no te gusta”
se puede interpretar como “vota al PP aunque no te guste” “¿Y
por qué habría de ir en contra de mis gustos?”, se queda
preguntándose el espectador. El vídeo no ofrece razón alguna. Aun
así, no habría quedado mal del todo si la cosa se hubiese quedado
en un único gato.
El problema es que de alguna
manera tenían que identificar a los votantes del PP, y no se les
ocurrió mejor manera que utilizar el número de escaños conseguidos
por los populares el 20D: 122. Con ello invierten la identificación
entre peperos y perros, que ahora pasan a ser gatos, lo que destroza
más si cabe la escasa lógica del mensaje electoral. Además, una
extravagancia como “tener un gato, aunque no te gustan, antes que
tener un perro, a los que odias” se convierte en una manía rayana
en la psicopatía.
Esa identificación del
votante del PP, que les dio esos 122 escaños, con la “loca de los
gatos”, también debería resultar insultante para los votantes
populares, y lo que es todavía peor, identifican al votante del PP
con aquel que elige una opción que no le gusta, y este es justo el
detalle que socava toda la lógica del vídeo. Con ello el “no
tengas gatos sólo porque odias a los perros” se convierte en “si
votas al PP porque odias a los otros, no lo hagas”, con lo cual nos
están invitando sutilmente a votar a cualquier otro partido que nos
guste, por minoritario que sea, es decir, no es que estén
fragmentando el voto, es que lo están atomizando.
En definitiva, con ese vídeo
nos están diciendo:
«sabemos que el 20D votaste al PP porque era el menos malo, porque los demás eran peores: pues bien, no lo hagas, vota a quien realmente quieras votar» ¿Puede haber una campaña menos apropiada?
Sinelo